Hechos 5:5-11 Mensaje

Uno de los peligros más latentes para los creyentes en su vida cristiana, es ignorar las exhortaciones de la escritura para santificarse y así caer en una vida de hipocresía.
¿Qué es la hipocresía? la práctica de afirmar que se tienen estándares morales o creencias a las que el propio comportamiento no se ajusta; su sinónimo es pretensión.
Otro peligro que enfrenta la iglesia es el ignorar la hipocresía en sus miembros haciéndose así de la vista gorda. Esta actitud o falta de exhortación que lleve a la restauración o diciplina es causante de la contaminación en la iglesia, de la falta de pureza que desea y demanda el Señor Jesucristo para su iglesia.

En (Hechos 5:1-10). Encontramos el caso de una pareja de creyentes que pretendieron ser generosos cristianos para recibir el reconocimiento de la iglesia. Y al ser descubiertos reciben la diciplina del Señor muriendo inmediatamente por causa de su pecado y así se mantuvo la pureza de la iglesia.
Es importante tener en el contexto, porque el acontecimiento está entre la mención del poder del Espíritu Santo en la vida de la iglesia (4:31, 33; 5:12–16). El Espíritu estaba manteniendo la pureza y la unidad de la iglesia. Ananías y Safira abusaron de esa pureza y unidad a través de su engaño y por lo tanto pusieron en riesgo la pureza y unidad que disfrutaba la iglesia.

En este estudio aprenderemos que Dios desea una iglesia pura y para esto diciplina al creyente pecador, para que nosotros nos temamos y mantengamos la pureza y la disciplina en la iglesia.