Rescatando a un Moralista

La boca debe ser callada para que el alma pueda ser salvada. La ley de Dios demuestra la santidad de Dios y la pecaminosidad del hombre. La Ley hace su acusación y el hombre abre su boca para defenderse. Esta es una de las maneras en que los hombres suprimen la verdad. Todos hemos violado el estándar de Dios, hemos deshonrado al Todopoderoso y hemos demostrado que somos supresores de la verdad. Todos somos culpables delante de Dios como pecadores y demostramos ser dignos de Su ira. Todo esto es infinitamente perturbador. La humanidad no podría estar en mayor peligro. Para esto fue diseñada la ley de Dios, la cual cierra nuestras bocas y es parte de la misericordia de Dios. Cuando dejamos de excusarnos podemos ser rescatados y cuando dejamos de justificarnos podemos ser justificados. El perdón se encuentra cuando dejamos de argumentar con Dios acerca de lo que merecemos y en lugar de eso nos entregamos a la misericordia de Dios en Jesucristo. El perdón se encuentra donde hay arrepentimiento.