Abraham y David Ilustrando el Evangelio de la Gracia

En el capitulo 4 de Romanos Pablo hace una pausa, después de que en los capítulos 1-3 explica la ira de Dios, la culpa del hombre y la justificación por la fe en Cristo. En esa pausa, Pablo usa a Abraham y a David, para mostrarnos como es que Dios justifica a los pecadores por la fe, sin obras. Abraham salió de un mundo de paganismo e idolatría antes de la ley; David, cayó en el abismo del pecado estando bajo la ley cuando cometió adulterio con Betsabé y maquinó la muerte de su marido para ocultar su pecado. En ambos casos, el remedio fue uno solo: la justificación por la fe sin obras. Ese sigue siendo hoy el único remedio para el problema del pecado.