Remedios Contra la Ansiedad y el Temor

¿Qué hacer si descendemos a la profundidad de la ansiedad, el temor o el desánimo? El Salmo 130 fue escrito en esa condición y nos muestra lo que el salmista hizo para encontrar su restauración. Aquí tenemos los remedios que necesitamos. Él comenzó buscando el oído de Dios con súplicas, luego, reconociendo su pecaminosidad, buscó el perdón en arrepentimiento y fe, después esperó ansiosamente en la palabra de Dios y finalmente se sometió a la providencia divina. Haciendo estas cosas se conectó a las promesas de Dios, encontró el perdón de sus pecados, recibió el consejo que su alma necesitaba y descansó en el control que Dios tiene de todas las cosas. Así alcanzó la sanidad de su alma, y de la misma manera lo puedes hacer tú.