05 Frutos o sacrificios debemos traer a la adoración

La presentación de nuestros cuerpos, toda la mente, el corazón y el alma, deben estar sumergidas en la alabanza al Señor, en la oración, en la palabra leída y predicada. Somos adoradores involucrados.
Y esta presentación debe ser un sacrificio vivo y santo, porque ahora estamos vivos para Dios por medio del nuevo nacimiento obrado por el Espíritu Santo, por la sangre del cordero Dios nos ha declarado justos y ahora nuestra ofrenda Él la acepta, la recibe como buena, como justa y viva, perfecta.