El Llevo Nuestras Enfermedades parte 1

Después de Jesús terminar de enseñar el sermón del monte, Mateo narra el detalle de tres sanidades, mostrando una vez más como Jesús no sigue ningún patrón religioso o socioeconómico en cuanto al orden de las sanidades. Los fariseos y escribas se consideraban exclusivos por su religión esperando que el Mesías venia por ellos y para ellos era el reino y todos sus privilegios. Esperaban que el reino de los cielos era solo para ellos excluyendo a todos los gentiles, por tanto menospreciaban a quienes no eran como ellos. Pero Jesús viene y sana a un leproso, la persona más menospreciable y miserable en todo sentido, social, físico y espiritualmente hablando. Un hombre que nadie jamás tocaría, es tocado por el Señor Jesús manifestando un sentido de compasión y amor inigualables.
Después Mateo presenta la sanación del esclavo de un centurión. El centurión posiblemente un Samaritano era menospreciado por los judíos, pero no solo eso sino que de lo más menospreciado que podía poseer un samaritano es un esclavo, y no un hombre, pero un niño. Más abajo no podía ir el Señor para demostrar su amor y compasión por los necesitados. La religión judía no tenía ninguna preferencia por estas personas, al contrario, demostraba rechazado. Pero no Jesús, él no rechaza a nadie, es llamado amigo de pecadores, él mismo declara que no vino para ser servido sino para servir y dar su vida en rescate por muchos. Jesús ministra las necesidades sirviendo a las personas sin ningún tipo de discriminación, va en dirección opuesta a todo estándar de la religión dominante en Israel.